A todos, en algún momento de nuestras vidas nos han preguntado ¿cuáles son tus  expectativas salariales? Esta pregunta, que puede parecer muy  simple, puede significar un gran dolor de cabeza si no tenemos mucha experiencia en entrevistas laborales o no llegamos preparados a ese momento, nos sorprendió la pregunta o simplemente no sabemos qué responder.

Estas son algunas estrategias efectivas que podés usar para salir bien parado frente a esta pregunta tan común que constituye un momento clave en una entrevista de trabajo:

 

Proponer un rango

La primera opción es proponer un rango de remuneración, en lugar de una cifra concreta. Esto te permite responder la pregunta y a la vez demuestra flexibilidad y voluntad de trabajar en conjunto con tu posible empleador para llegar al número final. Es importante que ubiques tu remuneración mínima en el rango superior de expectativas para que tengas margen para la negociación.

Ejemplo:

“Actualmente, en función de mis logros y formación, estoy siendo considerado para posiciones con una remuneración que ronda entre los $X y $XX netos, dependiendo del paquete de beneficios. ¿Cómo se ajusta esto al presupuesto definido para el puesto?”

 

Dar vuelta la situación

Una buena posibilidad es adelantarte a la pregunta y consultar vos sobre la propuesta salarial y preguntar directamente cuál es la remuneración ofrecida para la posición  a  la que te estás postulando. Si la pregunta del entrevistador llega antes, entonces sí es momento de dar vuelta la situación. En cualquier caso, si la remuneración ofrecida coincide con el extremo superior de tu rango, genial. Si no coincide, podés adaptar tu respuesta al presupuesto de la empresa. 

Ejemplo:

“Justo estaba por consultarte por la propuesta salarial para este rol. Por favor, podrías darme información sobre el rango salarial que tenías en mente para esta incorporación?”

 

Retrasar tu respuesta

Esta estrategia es muy útil si todavía estás dimensionando el alcance del puesto y aprendiendo sobre la cultura de la compañía y su esquema de beneficios. Sirve para que no te lances a dar una cifra hasta no tener claras todas las variables, incluida tu propia expectativa de remuneración. Te recomendamos desviar la pregunta tanto como puedas, hasta que tu entrevistador esté convencido de que sos la mejor opción para el puesto.

Ejemplo:

"Me gustaría conocer al equipo de trabajo y aprender más sobre el posición antes de hablar sobre la remuneración" o “Estoy abierto a negociar mi remuneración ante la oportunidad laboral adecuada, por eso quisiera tener más información antes de avanzar en lo que tiene que ver con la remuneración” o “Aún no sé lo suficiente sobre la posición, las responsabilidades del rol y el equipo de trabajo como para poder brindar esa información en este momento, pero puedo comprometerme a darte respuesta de aquí a la semana próxima”.

 

Si bien hablar de dinero puede ser incómodo, también es un paso crítico e inevitable en el proceso de búsqueda laboral. Siempre hay un rango salarial para cada posición, y los reclutadores suelen consultar por las expectativas salariales del candidato para saber dónde se encuentra parado y si coincide con los parámetros de la organización.

Si en el transcurso de una entrevista no salió el tema de la remuneración, es bueno que como candidato busques el momento para comentar que estás interesado en la oportunidad y preguntes de forma respetuosa y concreta cuál es el salario estipulado para esa posición. 

Y vos, ¿Estás listo para responder esta pregunta en tu próxima entrevista de trabajo?