Todo el mundo está pasando por una reconfiguración. Una especie de reseteo sobre el que aún no tenemos una real dimensión sobre sus alcances, pero que seguramente modifique lo que significa ser parte de una sociedad y una comunidad, y las relaciones de las personas con las marcas.
Las marcas siempre han buscado ser relevantes para sus públicos. Y en esa búsqueda, el rol del propósito venía creciendo, pero ahora importa más que nunca. La pandemia está poniendo a prueba nuestra humanidad y nuestros valores. El COVID-19 nos ha dado como sociedad un propósito común, haciendo que sea aún más importante el propósito de una empresa, de una marca y también lo que significa la búsqueda de un propósito a la hora de pensar en un trabajo.
Hoy más que nunca es fundamental que podamos transmitir a nuestros candidatos y trabajadores el verdadero propósito que persiguen nuestras compañías, que va mucho más allá de la generación de un resultado económico. Muchos colaboradores escapan cuando ven que su trabajo no es más que un engranaje en una maquinaria a la que no le ven sentido. Tenemos que ser capaces de transmitir un propósito que trascienda y tenemos que llevar al plano de conciencia el significado que tiene el trabajo que hace cada uno de nuestros colaboradores.
En el mismo sentido, los resultados del Randstad Employer Brand Research, el estudio de marca empleadora que realizamos anualmente en 33 países, incluido Argentina, brinda información valiosa sobre lo que hace que una empresa sea un lugar atractivo para trabajar y puede ayudar a los empleadores a construir su marca durante y después de la pandemia.
Con mediciones adicionales que realizamos tanto a empresas como a candidatos durante el aislamiento en Argentina, los insights del estudio nos dicen que el 53% indicó que la seguridad laboral es uno de los factores más importantes al elegir un empleador, luego de salario y beneficios atractivos, ambiente de trabajo agradable y oportunidades de desarrollo de carrera.
El aislamiento y la incertidumbre económica causados por la crisis sanitaria mundial han vuelto aún más relevante la búsqueda de seguridad laboral. La pandemia simplemente está acelerando las tendencias y llevará a los empleadores a adaptarse a un nuevo mundo laboral.
Justamente en relación a como se aceleran las tendencias, factores que tenían importancia creciente para los trabajadores se potencian a partir de la experiencia del paso del Covid. Es el caso de la flexibilidad y el teletrabajo que, según surge del estudio, crecen en valoración: el 84% de los trabajadores argentinos desean horarios flexibles, mientras que el 80% valora poder trabajar desde su casa.
Está claro que el mundo del trabajo no será el mismo y que pasada la pandemia dejará su marca por mucho tiempo en la memoria de los que atravesamos esta situación inédita. Más allá del impacto en el negocio en sí, en las empresas veremos también diferentes resultados en relación a su marca empleadora y qué tanto será afectada, pero no tanto por el efecto de la pandemia por sí misma, sino, por cómo esas empresas, y sus líderes, se comporten en la crisis y por los valores, la transparencia y la sensibilidad que guíen sus decisiones de negocio.
CEO de Randstad para Argentina y Uruguay