Por Jorge Figueroa, Director de Public Affairs & Sostenibilidad de Randstad Argentina

Cuando hablamos del concepto de regenerar, nos vienen a la mente los protocolos relacionados con la salud humana o de todos los seres vivos del planeta. El concepto desarrollo regenerativo, que incluye y transciende la sostenibilidad, aparece en 2006 en un artículo de Bill Reed titulado “Cambiando nuestros modelos mentales”, y fue desarrollado posteriormente por Daniel Wahl en su libro “Designing Regenerative Cultures”.

Si pudiéramos transpolar este concepto a las organizaciones y a la sociedad en su conjunto, podríamos aplicar las mismas técnicas regenerativas de reparación de los impactos relacionados con los sistemas económicos que durante años pusieron foco en sistemas extractivos priorizando la utilidad con tremendos impactos -en muchos casos irreversibles- sobre la naturaleza y todo el ecosistema,  o valiéndose de las personas como recursos y no como el capital humano que son.

Sin embargo, muchas empresas hemos desarrollado la gestión de la sostenibilidad basados en la Agenda 2030, con los 10 Principios y 17 ODS del Pacto Global como norte, y hemos alineando nuestras estrategias de negocio al concepto de neutralizar nuestros impactos, con una mirada en la esfera económica, social y ambiental. La mala noticia es que a este paso no llegamos a cumplir los objetivos que nos plantea la Agenda 2030. Esto nos obliga a acelerar nuestros compromisos para pasar de la gestión sustentable o que “no resta” a una que nos permita “sumar” para recuperar el tiempo perdido.

Antes hablábamos de RSE, buscando mitigar nuestros impactos negativos. Luego, avanzamos con el concepto superador de la gestión sostenible, para reducir y gestionar los impactos negativos sobre el concepto de ser neutros con los efectos en el entorno de nuestras operaciones.

Entonces, ¿ser una empresa sostenible es suficiente? No es poca cosa, pero frente al desequilibrio ecológico que hemos generado y las acuciantes deudas sociales que los 17 ODS expresan, pareciera que no alcanza.

Hoy, el gran desafío es desarrollar organizaciones con mentalidad regenerativa, incrementar nuestro compromiso, acelerar el paso y ser más ambiciosos con la incidencia que podemos generar. Deberemos construir una nueva cultura organizacional basada en el Capital Humano, con cultura inclusiva y talento diverso, que asegure la innovación disruptiva, la resiliencia, que impulse la creación de capital social e involucre a todos los stakeholders. Debemos ser activistas de esta transformación y contagiar a más organizaciones en el propósito de crear un mejor futuro para la humanidad.

Columna de Opinión publicada en la edición especial #1242 de noviembre de 2021 “El Libro Blanco de la RSE y la Sustentabilidad” de la Revista Mercado.

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Jorge Figueroa

director de public affairs y sostenibilidad de randstad argentina

Jorge Figueroa cuenta con una trayectoria de 35 años, desarrollada principalmente en el área comercial de Randstad donde alcanzó la posición de director Comercial para Argentina y Uruguay, para luego asumir la Dirección de Outsourcing & Desarrollo de Negocios. Desde 2015 se desempeña como Director de Public Affairs & Sostenibilidad de la compañía. Por sus antecedentes y rica trayectoria, es un experimentado profesional con un acabado conocimiento de los actores y referentes del mundo del trabajo en Argentina y la región, y una alta especialización en temas de desarrollo sostenible, gestión del talento, RRHH y ,mercado laboral.