Por Alejandro Servide, director de Professionals y RPO de Randstad Argentina
Decidimos darle una vuelta de tuerca al concepto de nueva normalidad post pandémica y enfocarlo desde una mirada distinta, propositiva y optimista. Hoy, el concepto de mejor normalidad es un norte hacia el cual dirigir los esfuerzos y talentos corporativos.
En el tránsito hacia ese norte estamos atravesando un contexto particular, inédito, dentro de un período histórico un poco mayor que comienza quizás en los procesos de globalización y se acelera en la entrada del siglo XXI. Período donde nuevas generaciones no sólo entraron en el mundo del trabajo sino que lo están transformando de una manera radical, tanto en sus formas de percibir la relación con el empleo como en lo que comprenden y asumen como compromiso, motivación, permanencia, desempeño y aporte. Todo el mundo está viviendo esta transformación en medio de un torbellino aún mayor, llamado pandemia, que cambia las maneras de ser, pensar, actuar y proyectarse.
En esta crisis inédita por su magnitud, las organizaciones son protagonistas de un cambio total de paradigmas que pone en prioridad el cuidado de la salud y el bienestar de sus colaboradores, aún por sobre los resultados económicos.
Mientras la marea golpea nuestra embarcación, las áreas de Capital Humano sostienen su razón de ser en la gestión del talento y las capacidades humanas, adaptándose una vez más a las presiones del contexto y a la emergencia, para dar forma al nuevo mundo del trabajo.
En este contexto, en el que el virus lejos de detener el proceso de digitalización lo está acelerando, surgen nuevos desafíos para las empresas y la gestión de su marca empleadora, dado que es justamente en momentos de crisis cuando la solidez y consistencia del employer branding se ponen a prueba frente a sus públicos internos y externos.
Esta crisis es una prueba ácida para las organizaciones. La adversidad está poniendo a prueba que tan firmes son sus valores. Los clientes, los consumidores y también los empleados y la sociedad están muy atentos a las acciones y actitudes tomadas por las empresas en relación a sus recursos humanos durante esta crisis sanitaria.
Liderar de manera comprensiva, humana y empática durante la tormenta será clave para crear conexiones reales y duraderas que sobrevivirán a los impactos sociales y económicos de la crisis y ayudarán a la rápida recuperación de las empresas.
Y pensando en el día después, sobrevuela la duda: ¿se puede construir una Marca Empleadora en el mundo crecientemente digital?, ¿o se diluye con la velocidad de lo digital y la distancia que impone la mediación de la tecnología?
Sin dobles discursos
Es complejo responder a esta pregunta puesto que estamos entrando aceleradamente a una nueva etapa del conocimiento humano donde el mismo conocimiento ligado a entornos digitales genera mayor y más veloz conocimiento que se vuelve a volcar sobre esos mismos entornos generando diversos loops y escapando a la velocidad de compresión de la mente humana. No obstante creo que podemos construir una experiencia de marca memorable para nuestros colaboradores si hacemos eje y foco en determinados conceptos como flexibilidad, libertad, evolución, desafío, propósito, sostenibilidad, ética, entre otros.
Si partimos de la base de que el talento será el activo principal de las organizaciones para enfrentar los desafíos del día después, la gestión de la marca empleadora en las compañías tiene que tener en cuenta la sensibilidad del momento y la necesidad de respetar, proteger e incluso elevar la reputación corporativa de cara a sus públicos. Especialmente en este contexto tan desafiante, en el que las organizaciones están más expuestas que lo habitual al escrutinio público y donde ese nivel de exposición no admite doble discursos.
Ya sea que necesiten contratar rápidamente o enfrentar una reducción de su dotación, mantener sus valores y sus promesas de marca, de manera transparente y honesta, será vital para administrar la reputación de la organización y guiar el barco en la tormenta.
Columna de opinión publicada en página 38 de la edición de Abril de 2021 de la Revista Mercado