En un mercado altamente competitivo y globalizado, el employer branding resulta una herramienta indispensable para nutrir de talento a las organizaciones.
Una marca empleadora se define por su imagen y reputación, que conforman un capital simbólico invaluable a la hora de atraer a los mejores candidatos. Al mismo tiempo, la marca empleadora se construye a partir de cuestiones concretas de la cultura organizacional y de las políticas de capital humano de la empresa como, por ejemplo, salario, beneficios, planes de desarrollo, formación, flexibilidad horaria, entre otros, que conforman el mix de factores que los trabajadores valoran al momento de quedarse en la empresa o buscar nuevas opciones.
Hoy, el employer branding se transformó en una realidad concreta para todo tipo de empresas, independientemente de su tamaño. En la medida en que uno contrata y retiene colaboradores, está poniendo en juego su marca empleadora.
Aquí les acercamos algunos tips para instalar o fortalecer una estrategia de marca empleadora:
Reputación. La marca empleadora se construye a partir de la reputación y esa reputación se nutre, en gran medida, de las opiniones que colaboradores, ex-empleados y postulantes dejan a través de las redes sociales e internet. Atraer al mejor talento es un proceso que involucra tanto a la imagen de marca y su reputación, y que también que se extiende a través de plataformas como Glassdoor o LinkedIn.
Embajadores de marca. Para tener embajadores que hablen sobre las bondades de nuestra marca empleadora, no alcanza con cuidar la reputación interna y el buen clima laboral. Hay que atender distintas variables como la experiencia de los postulantes que aplican a un proceso de selección y no son contratados y la de los colaboradores que pasan por un proceso de desvinculación. Sus visiones y comentarios son críticos e impactan en la imagen de la compañía.
Abrazar la cultura. Una empresa sin cultura es una empresa sin identidad. Para destacarse, una marca empleadora debe centrarse en aquellas características que la definen y diferencian de las otras marcas. Los candidatos, especialmente los más jóvenes, se inclinan por marcas empleadoras que saben defender sus valores y cultura.
Todos pueden reclutar. El compromiso y la identificación con la cultura de la compañía se ponen en juego al momento en que todos los colaboradores participan en la búsqueda de nuevos talentos, no solo el equipo de RRHH, mediante recomendaciones y programa de
referidos.
Mirada diversa. Las estrategias de Employer Branding deben contemplar las necesidades de las distintas generaciones que conviven en el ámbito laboral ya que cada uno tiene su especificidad y esto resultará clave a la hora de atraer al mejor talento.
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