Por segundo año consecutivo, Arcor fue galardonada como una de las empresas más atractivas para trabajar en Argentina. Nacida hace más de cincuenta años en la ciudad cordobesa de Arroyito, Arcor se convirtió en una multinacional de peso en el sector alimenticio y un orgullo argentino que exporta su producción a más de cien países.
María Belén Vallone, gerente Corporativo de Planeamiento y Desarrollo de RR.HH, ha dejado en claro que la estrategia de Arcor apunta con claridad a construir una marca empleadora con fuerte arraigo en su cultura: “Lo que transmitimos desde nuestra marca empleadora es el ADN y la esencia de Arcor. Le hablamos a los jóvenes emprendedores, innovadores, a los que tienen ganas de hacer cosas, a los que tienen un compromiso por su sueño. Y tratamos de tener coherencia y consistencia entre lo que decimos y lo que somos. Buscamos que esos atributos de nuestra cultura se transmitan”. Con los pies en la tierra y un trabajo de hormiga, Arcor fue descubriendo que sus atributos como marca eran puntos de atracción que coincidían con los deseos de los jóvenes candidatos: “Hicimos un trabajo muy profundo de posicionamiento marcario, entre RR.HH, comunicaciones institucionales e investigación de mercado. Le preguntamos a los millennials qué los motivaba a la hora de privilegiar un trabajo. Encontramos que muchos atributos de esos intereses eran parte de nuestro ADN y los potenciamos. Los jóvenes tienen ganas de liderar proyectos, de ser autónomos, de emprender. La cultura de Arcor está cruzada por su historia, por el sueño de sus pioneros, que hace que se valore especialmente el espíritu emprendedor de los colaboradores”.
Las marcas empleadoras más fuertes y atractivas del mundo realizan un trabajo similar al que hace Arcor. Para trazar una estrategia de marca empleadora exitosa y coherente, es necesario observar las expectativas del talento y comprender en qué atributos de la cultura organizacional están los puntos de contacto dónde se pueden cumplir esas expectativas.
A su vez, la organización fundada por Fulvio Salvador Pagani cuenta con un enorme recurso intangible: el de ser una empresa conocida y querida por sus clientes y potenciales trabajadores. La localía, el orgullo nacional y la historia aportan mucho en la imagen que los candidatos se construyen de las empresas. La propia Vallone se refirió al crecimiento de las empresas con partida de nacimiento en argentina en el ranking de las más atractivas para trabajar en el país: “Me llena de placer trabajar en una compañía argentina como Arcor. Y que Aerolíneas Argentinas esté haciendo las cosas bien. Que la privilegien como un lugar de trabajo es una satisfacción para el país y para todos los argentinos”.
Para jugar en la liga de campeones, la cultura es un activo central, pero no es el único a la hora de hacer de una empresa una marca empleadora atractiva para candidatos y colaboradores de intereses diversos y edades heterogéneas. Los grandes empleadores son conscientes de las políticas concretas que hay que desarrollar para que la propuesta de valor pueda competir en el mercado del siglo XXI. Arcor ha sabido desarrollarse para mejorar en atributos clave de atracción: innovación, desarrollo en el exterior, creatividad para crear proyectos, su conexión para desarrollar tanto las comunidades en las que trabajan como la marca hacia el exterior, y su enfoque de recursos humanos en equidad de género e inclusión, por nombrar solo algunos.