Según surge de los datos que arroja el Randstad Workmonitor correspondiente al al cuarto trimestre del año, 8 de cada 10 argentinos espera recibir un bono extra de fin de año (78%), la misma proporción de trabajadores que tiene expectativas de recibir un aumento salarial (85%).
A tono con el clima de fin de año y la situación de la economía argentina en un año en el que la evolución de los salarios no logra acompañar el ritmo de inflación, la expectativa de los argentinos en relación a un bono y aumento salarial de fin de año se destaca por sobre la media global para los trabajadores de los 34 países relevados por el Randstad Workmonitor, que con un 56% en el caso del bono y un 61% en el caso del incremento salarial, está muy por debajo de la de sus colegas argentinos.
Al comparar los resultados de Argentina con los de la región, las cifras resultan más comparables. En relación al bono, el 85% de los trabajadores mexicanos espera recibir una retribución extraordinaria a fin de año, al igual que el 81% de los chilenos, el 78 de los argentinos y el 76% de los brasileños.
En relación a una recomposición salarial hacia fin de año, el 85% los argentinos tienen expectativas de recibir un aumento de sueldo, le siguen los mexicanos con un 80%, luego los chilenos con un 77% y, por último, se encuentran los brasileños con un 72% de expectativas de recibir un ajuste salarial antes de concluir 2019.
El relación a los resultados del Workmonitor, Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina y Uruguay, señaló: “Con cada diciembre, el tema de un bono extraordinario y un eventual ajuste salarial de fin de año vuelven al debate de la agenda pública como parte de una tendencia que busca una solución transitoria en contextos en los que el poder adquisitivo del salario se ve afectado y la economía necesita reactivar el consumo interno. La expectativa de los argentinos en relación a recibir un bono extraordinario, muy por encima de la media global, se explica principalmente por el clima social, la incidencia del cambio de signo político del gobierno, los antecedentes del uso de esta herramienta en contextos similares y la tendencia creciente de incorporación de un bono extraordinario en muchos convenios colectivos que actúan como puente hasta la siguiente negociación paritaria”.
Estas altas expectativas tienen que ver también con la percepción de los trabajadores sobre la evolución de la economía. En este sentido, el 54% de los trabajadores argentinos espera que la situación económica del país mejore en 2020, mientras que el 48% se inclina por que la situación va a empeorar.
Al realizar una comparación a nivel global, las expectativas de los trabajadores argentinos se equiparan bastante a las de los del resto del mundo, ya que el 57% de los trabajadores a nivel global cree que la situación económica de sus respectivos países será mejor el próximo año, mientras que el 49% considera que será peor.
A modo de conclusión, Andrea Ávila agregó: “El margen para que la expectativa de los trabajadores tenga posibilidades de hacerse realidad está atado a la evolución de los resultados de las empresas, en un contexto en el que la gran mayoría ha debido sortear un contexto muy complejo, con menor crecimiento al esperado y en el que han debido establecer un control de costos muy estricto como respuesta al crecimiento de la inflación”.