Se dice que la gente no renuncia a las empresas, sino que renuncian a sus jefes. Está claro que el trabajo y productividad de los colaboradores están directamente relacionados al ambiente laboral y a la relación con los jefes. Si esa relación no se da en los mejores términos es muy importante que busques la manera de remediarlo.
Tómate un tiempo para pensar:
- ¿qué hizo que llegues a esta situación y cuál fue el origen?
- ¿cuándo empezaron los conflictos?
- ¿la mala relación es solo con vos o también con otros colegas?
- ¿en qué situaciones se da habitualmente esta mala relación?
Estas preguntas te van a ayudar a encontrar y a analizar el foco del problema.
Una buena opción es hacer el ejercicio de ponerte en el lugar de tu jefe y tratar de ver desde su óptica qué podés hacer vos para mejorar la relación.
Después, desde el respeto, en un momento oportuno y mostrando tu interés a en revertir la situación, plantearle tus preocupaciones, conversar con él sobre tus inquietudes y contarle que querés terminar con la tensión que existe entre ambos para lograr un mejor ambiente laboral.
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