No todos los candidatos buscan el mismo trabajo, ni todos los empleadores buscan los mismos candidatos. Para conseguir que nuestro CV sea consistente y sólido, la información que contenga deberá mostrar quiénes somos, cuál es nuestra experiencia, y qué podemos ofrecer en la posición a la que nos presentamos. Es por eso que, a la hora de leer un CV, la forma en que esa información está organizada es casi tan importante como su contenido. Una de las cuestiones imprescindibles que hay que tener en cuenta, entonces, es el orden y la jerarquía de la información según en qué momento de nuestra carrera estamos, y el tipo de posición a la que aplicamos.
Estos consejos te pueden ayudar a lograr una presentación sólida de tu CV según quién sos y qué buscás:
¿Primer trabajo? En muchos casos el camino hacia un título universitario o intermedio está caracterizado por los trabajos de medio tiempo o de temporada. Una vez recibidos y listos para el primer trabajo significativo a tiempo completo, es importante entender que nuestro CV no debería privilegiar nuestra experiencia laboral, sino nuestra formación. Seguramente los puestos a los que apliquemos sean para graduados o estudiantes avanzados, por lo que nuestra formación será relevante cuando los reclutadores vean el CV. En cuanto a la experiencia, conviene destacar los puestos junior o las pasantías que sean relevantes para el puesto al que aplicamos, y no los trabajos esporádicos o de temporada que nos ayudaron a lo largo de nuestros estudios. En cuanto a las actividades extracurriculares (seminarios y cursos), se pueden incluir siempre y cuando demuestren habilidades adquiridas en su desarrollo, por ejemplo, programación, comunicación o liderazgo.
En busca de una jefatura o gerencia. La clave para aquellos candidatos que buscan una posición gerencial se sintetiza en dos palabras: resumir y personalizar. Ya con la experiencia de haber transitado por diferentes estructuras y organizaciones, el candidato más experimentado debe poder proporcionar en su CV una visión personal de su propia historia laboral. Es decir que deberá listar los conocimientos y habilidades con las que cuenta con respecto al sector, y posicionarse frente al puesto al que aplica. Es muy recomendable listar los resultados específicos de sus trabajos previos y describir los objetivos materiales que ha conseguido. Pueden ser en sentido monetario, en términos de gestión de personal, fusiones, hitos comerciales o grandes acontecimientos de relevancia de la gestión. Un puesto gerencial necesita personas que tengan las capacidades para tomar esas decisiones que permiten lograr grandes objetivos, y que puedan probar que ya las han tomado.
Cambio de carrera. Siempre el cambio de carrera es un proceso difícil y complejo que debe encararse con pragmatismo y decisión para alcanzar buenos resultados. Tanto para nuestros previos empleadores como para nuestra familia, la pregunta que prevalece es: ¿por qué? El reclutador se hará la misma pregunta: “¿por qué un abogado querría comenzar una carrera en el área de comunicación?” Por lo tanto, hacia la respuesta a esa pregunta debería estar orientada la organización del CV. Además de brindar una explicación sobre las razones de nuestro cambio, debemos dar a entender que nuestra experiencia en el sector anterior puede ser transferida al sector en el que buscamos insertarnos. Esto permite mostrar que podemos aportar un valor agregado y nuevas e interesantes iniciativas a la posición que buscamos.
Si bien la organización del CV puede cambiar según los candidatos y los objetivos, sus bases serán siempre las mismas. Por eso no hay que perder de vista algunas cuestiones que aplican en todos los casos. El estilo de las frases debe ser conciso para evitar que el CV se haga demasiado extenso. Por otra parte, siempre debemos listar nuestra experiencia y formación en orden cronológico inverso, mantener el formato simple y claro, y utilizar palabras clave en lugar de frases largas y demasiado retóricas. Antes que una declaración de objetivos, una costumbre que por generalizadora e impersonal está perdiendo utilidad, es preferible un resumen de competencias que describa nuestras habilidades de forma concisa y que las relacione con nuestra experiencia laboral.
¿Y vos, tenés listo tu CV?