Es normal cuando empieza un nuevo año reflexionar este tipo de cuestiones. Quizás estés buscando un cambio de aire, una mejor posición, tal vez quieras trabajar menos o hasta perseguir un proyecto soñado.
Cualquiera sea el caso, cuando esta duda o deseo empieza a resonar dentro nuestro, es importante pensarlo con detenimiento. Un cambio laboral es algo significativo que no debés subestimar.
Algunas preguntas para hacerte en este momento son:
¿Es esta una sensación temporal o es algo que tenés en mente hace mucho tiempo?
¿Qué es exactamente lo que te gustaría cambiar?
¿Qué cosas buenas y malas podría implicar este cambio?
Si decidís ir por el cambio, quizás puedas considerar una nueva posición dentro de la misma empresa donde ya estás trabajando. Podés sentarte con tu jefe o con alguien de Recursos Humanos y plantear tu situación para dialogar sobre posibles alternativas.
Si preferís continuar tu camino en otro lado, te invitamos a que veas todas nuestras ofertas de trabajo y busques la que mejor se adapte a tus objetivos.
En este tipo de encrucijadas, la clave es encontrar ese delgado equilibrio entre tomar una decisión meditada, pero que a la vez te fuerce un poco fuera de tu zona de confort. Tomarte el tiempo de revisar estas cuestiones va a ayudarte a entender mejor tu situación y a decidir cómo seguir.
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